Me dijiste que no me moviera, así como una estatua
Me dijiste que no hablara, que solo me quedara callada
Me dijiste no respirara, y así fue como me volviste nada...
De mí no quedó nada, de mí ya no hablas.
Debí suponerlo... Me tratabas como nada.
A lo mejor lo merecía, yo te di mi alma.