Soy amateur, al parecer eternamente amateur. Escribo y escribo, pero no termino mis historias. Es difícil. Es como si todas mis ideas fueran embriones, pero no todas son lo suficientemente fuertes para nacer. Qué locura. 



Escribo para respirar, para sentir, para vivir, para liberar mi imaginación, tantas veces encadenada. Lo hago para darme lecciones, para reflexionar, para aprender a ser mejor cada día, para no volverme gris, no quiero ser parte del mundo. La escritura es como una amante alegre, divertida, suave, tímida, exuberante, dolorosa, triste y fuerte. Escribir es desnudar el alma, es despojarse de carne y huesos y mostrarse de un modo tan íntimo que estremece.



Soy muchos al mismo tiempo, soy quien escribe y quien lee, quien vive y quien muere al hacerlo. Soy Naim.

Si necesitan ayuda, o tienen alguna buena sugerencia soy todo ojos, escríbanme.