—. . Mhm, me alegra oír eso, dobe. — Pronunció débilmente, mientras tanto. Daba varios pasos en dirección al rubio, ya que no había nadie alrededor. Poco a poco, las pálidas manos del Uchiha se acercaban donde rubios cabellos. Brindaba leves caricias allí, nunca antes experimento algo así. En estos momentos, sentía necesidad de sentir los labios de aquel. Igualmente, la vergüenza no permitirá eso.— Naruto, me hubiera gustado decirte esto desde mucho más tiempo atrás. . — Susurro apenado, lamentándose cada día pasado. —