Madre Luna, tan generosa, que nos brinda su luz en los momentos difíciles de la noche, aquella que observa los problemas en la intimidad de una pareja o de una persona solitaria.
Que entrega su calidez a quien la necesite, incluso si no lo pide.
Llena de secretos, como de cráteres.
Por eso te imploro, Madre Luna, ayuda a tus hijos en sus momentos oscuros e incluso claros. Sé quien los guíe por dónde no pueden mirar; convierte su camino en un sendero que ofrezca paz y aprendizaje, para que, algún día, podamos ver incluso si no estás presente.