Mi propia visión no es más que el eco de un espejo en tierra seca, que no encuentra el agua de lluvia tras haber anegado dieciséis años y un poco más del cuello. No soy más que un pobre anélido que ora por la indiferencia en el repiqueteo de un ave que estará muerta mañana, no soy más que la simple coincidencia de un deceso. Pero que no nos afecte el suceso, porque no me mueve un pelo el hecho de que quizá encuentre serendipia beatitud en la vera tras ser hallada en piedra. O que al menos eso sea.             ✨   Tercera cuenta de: @elCLIMA_
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