Era un largo y oscuro diciembre...

Hace mucho tiempo, conocí a una chica. Se llamaba Wendy. En aquel entonces, cuando mi alma se encontraba vacía de esencia y significado, ella fue quien la iluminó. Hasta ese punto de mi vida, no conocía nada más que el hecho de vivir acorde a lo que otros hicieran, o lo que me dijeran que hacer. Gracias a ella, pude descubrirlo todo.

Descubrí la felicidad. Descubrí la risa. Descubrí mi amor por el arte y la literatura, así como las cosas que me inspiraban a crearla; las tardes lluviosas, los días grises, el olor de la tierra esparcido al caer de la lluvia y... mi amor por ella. Gracias a ella, me descubrí a mí mismo.

Tras años y años de charla, de conocernos mejor, de descubrir cuanto teníamos en común y de fantasear con vernos el uno al otro, un día desapareció sin más. 

Nunca pude decirle, más allá de los buenos amigos que fuimos, lo mucho que la amaba.

Esta página no es más que un memorial de todo lo que fui para ella, y de todo lo que ella significó para mí. Con suerte, espero que algún día ella regrese aquí, a este pequeño rincón de mi alma que siempre deje apartado para ella... pero tampoco espero que el destino y las puertas del cielo se habrán mágicamente para mí, o que "el universo se alinee" para cumplir mi deseo. Lo mío no es más que un simple y banal anhelo, y soy más que consciente de ello... pero aun así, me he permitido soñar. 

Ya que gracias a ese sueño existo.

Quiero tener un lugar al cual regresar para poder seguir soñando, cuando la vida no me sonría más, y los días se tornen oscuros. O cuando simplemente quiera ahogarme en la nostalgia de lo todo que alguna vez fue y pudo ser.


Y para quienes gusten, o quienes busquen donde descansar, o quienes simplemente no tengan a donde más ir... bienvenidos sean.


Bienvenidos a mi oscura selva de pensamientos.




"Loneliness isn't so bad... when you learn to love the stars."