Estoy caminando sin rumbo alguno, lo que acabo de ver nunca me lo esperé de él. Fui una tonta, él sabía todo de mí y aún así me rompió el corazón. Ahora esa imagen nunca saldrá de mi cabeza, sus labios los que tanto deseé ahora estaban sobre los de ella, sus manos, sus malditas manos en sus mejillas. Me odio por haber creído en él, lo odio por hacerme ilusiones, me odio porqué debería odiarlo en vez de amarlo.
Me encuentro parada en está esquina, con el corazón roto en mil pedazos y esta horrible sensación de tener un nudo en mi garganta, mis mejillas húmedas y probablemente mis ojos rojos de tanto llorar