*Una chica de baja estatura se acerca a ti. Clava sus inmensas pupilas azules en tu rostro, y sube su barbilla hasta poder centrarse en el pardo otoño que tiñe tus ojos. Entreabre sus finos labios, y en susurro, musita:*
—Paso por aquí para decirte que te quiero.
*Esboza una profunda sonrisa en su sonrojado rostro. Acto seguido, gira sobre sus talones, y cual ráfaga de palidez y vainilla, se marcha, moviendo al tempo de sus pequeños pasos su larga melena.*