Hola chic@s, el capítulo 10 se viene cocinando a fuego lento pero de que sale sale. Con tensión incluida:
Samara:
—¿Tienes que ser tan desagradable? No sabes nada de él. No es nada como tú.— dije desviando la mirada hacia la ventana.
Por el rabillo del ojo puedo ver que Ethan me mira, y la sonrisa se le congela en los labios. Se levanta con languidez de su mesa y se acerca. No se sienta. Se inclina, apoyando las manos en mi mesa, invadiendo mi espacio por completo, lo que me obliga a mirarle hacia arriba.
Ethan:
—Por supuesto que no es como yo. Si fueras mi cita yo nunca te dejaría esperando, Samara.
El mundo se redujo al espacio entre su aliento y el mío. La cafetería, el murmullo de las conversaciones, el aroma del café... todo se desvaneció en un difuminado sin importancia. Sus palabras no solo flotaban en el aire; se habían incrustado bajo mi piel, vibrando con una verdad peligrosa.