Hola de nuevo.
Esta semana estuve peleándome con mi archienemigo: el síndrome del impostor.
Me susurraba bajito: “bórralo… bórralo… bórralo…”
Pero spoiler: no le hice caso.
Así que aquí está. Nuevos capítulos (y nuevos latidos).
Gracias por leer, por sentir, por quedarte.
Y por ser parte de este pequeño rincón que, poco a poco, me está haciendo crecer como artista.
Os quiero.
— Noa