"Estoy en lo que a mi parecer es un bosque nevado, camino pausadamente observando mi alrededor con asombro, las estalactitas son puntiagudas y brillantes a los tenues rayos de sol, que a pesar de los altos pinos traspasan las ramas ya casi desojadas.
Sigo caminando hasta que escucho un par de risas juguetonas de lo que parecen ser niños.
Dos pequeñas niñas me abrazan por alguna razón, pero, no me niego
Las niñas y yo caminamos a un río de agua totalmente cristalinas con peces de diferentes y brillantes colores cada uno, nadando en un pequeño estanque que se forma al final del río.
Miro mi reflejo en las aguas cristalinas mis alas cubiertas de blancas plumas, de repente en el reflejo mis alas se tornan negras; como sí de un ángel satánico se tratase voltea a mis lados para verificar el color de mis alas y efectivamente mis alas son tan oscuras como la noche, aquellas que una vez fueron blancas, ahora, son todo lo contrario."
(No es una novela, pero, es un cuento que escribí hace un mes.
Lo modifique demasiado de la versión original, me agrada más así)