Otro día más triste como los que están por venirme, justamente el gris otoño caen como anillo al dedo, con una sonrisa falsa y superficial para todos aquellos que pregunten como estoy, como dormiste, como te levantaste, porque ando tan feliz por la vida con una alegre expresión en mi rostro, siendo que en realidad ardo como el infierno, sintiéndome roto, en vano hice cosas, hablé mucho, mis sentimientos se voltearon al Norte, pero mi corazón siente que quiere seguir e intentarlo otra vez más dando la posibilidad que las cosas mejoren, pero mis principios dicen que la gente quizas no cambian. Uno parecía tenerlo todo en una tercera vez en años, pero otra vez tropiezo con una trompada en el hígado. Quizás el Amor ya no es Amor, es karma que viene a saldar deudas... mi corazón roto, mi cabeza corrompida, y la impulsividad fuerte que me lleva, todo detrás de una máscara sonriente y muy optimista tan falsa como moneda de cobre, por suerte no dejo que nadie se entrometa en mis mambos...