Había una cucaracha más grande que mis ganas de vivir en mi cuarto, creo que salió de mi armario, pasó por mi cama, mi Nintendo DS y casi llega mi agua. Le eché Raid, no le cayó. Así que se transportó hasta mi cama y paso por mis almohadas. Quite dos de las cuatro almohadas y la cucaracha seguía ahí y se movió hacia mi. Corrí y desperté a mi papá sin importar que faltaba un cuarto para las 11 de la noche. No sabes cómo lloré por la malviviente cucaracha. Oye, si me estás viendo ojalá te pudras en el infierno, cucaracha. PASASTE POR MIS OSITOS.