Aquella noche era tranquila, las estrellas brillaban en lo alto del cielo y Oli estaba por ir a dormir cuando una piedrita golpeó su ventana, desconcertada se acercó para mirar por el cristal y se llevó una gran sorpresa al ver a su novio de pie frente a su casa, se suponía que Liam regresaría hasta la próxima semana del viaje al que había tenido que acompañar a sus padres.
Oli bajo casi corriendo las escaleras intentando no despertar a nadie y al llegar hasta Liam no pudo evitar lanzarse a sus brazos y besarlo de la manera más intensa posible, él la abrazaba fuertemente y le susurraba cuanto la había extrañado entre besos, cuando al fin se separaron Oli miró directamente a Liam a los ojos y no pudo continuar callando.
- Amor, tengo algo muy importante que decirte - dijo ella sin apartar su mirada de él y con una enorme sonrisa en los labios - Estoy embarazada Liam, vamos a ser papás - Liam quedo inmóvil y eso la preocupaba hasta que poco a poco una sonrisa se formaba en el rostro de él y cuando al fin reaccionó la levantó para girar con ella.
-Me haces el hombre más feliz del mundo Oli ¡Te Amo! - gritó mientras la ponía de vuelta en el piso y la besaba con demasiado amor, finalmente bajo a su vientre y dio un casto beso en él, ya no habia duda alguna, Liam y Oli estarían juntos por siempre.
