Semana de hiatus #2.
No puedo ir a terapia, maldigo mi vida.
Sin embargo, he encontrado otras actividades para sentirme mejor. Me siento más feliz, llegaron mis resultados del icfes (no me fue tan mal como creí). De todo lo que me ha pasado en las últimas semanas, me quedo con una frase de mi papá:
"La vida no se acaba por no entrar a la universidad, ni por salir del colegio".
Él es un hombre que ni siquiera terminó la primaria. A veces le cuesta escribir, llegó a tercero o cuarto y era increíble para las matemáticas. Sin embargo, creció en un entorno donde la violencia y el desplazamiento lo llevaron por caminos terribles.
Mi papá quería ser ingeniero, a día de hoy es instalador de muebles. Se arrepiente de muchas cosas en su vida, de algunas decisiones que tomó. Aún así, es admirable por como nos ha sacado adelante a mi hermano y a mí, como ha sido un hombre maravilloso y un padre increíble a pesar de sus adversidades.
Porque los sueños siempre cambian, al igual que los obstáculos de la vida.
