Me gustaría cenar con Drácula esta noche, y ya me ves, perdida entre lienzos, ideas y el frenético tic-tac del reloj. Mi vida es una fiesta del té en la que sólo estoy invitada yo, pero te puedes presentar sin invitación.

Veintdós veranos y me siguen diciendo que me falta uno; también dicen que estudio Bellas Artes, pero yo creo que me tienen de esclava en un almacén de China. No tolero el calor y vivo en el Infierno. Al anochecer suelto amarras y capitaneo el Jolly Roger, luego me levanto y suplico café. Mis sábanas huelen a aguarrás y cansancio, pero mi almohada aun tiene arena de aquellas playas de siglos anteriores.

Ya me lo dijo el gato: aquí estamos todos locos.

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Estoy harta de novelas románticas, si alguien tiene algo distinto, algo bueno y original, que me lo haga saber.