Terminaron los parciales y bueno ya me dejaron nuevos trabajos, pero mientras que la calma vuelve a mi PARTE 4
Los pensamientos de Draco iban a mil por hora, no solo porque ahora iría con su tío y el héroe al mundial de Quidditch, al cual ni siquiera quería ir, sino porque todo en su vida parecía girar en direcciones que él no controlaba.
¿Por qué no iría con sus padres como en un inicio?
Ni él mismo estaba seguro de la razón. Solo sabía que sus padres habían discutido hacía dos semanas y que ahora su padre estaba cambiando las protecciones de la mansión.
Honestamente, a Draco ya no le interesaba; a esas alturas solo quería largarse a algún lado y vivir en paz.
Por otro lado, había aprovechado aquel triste verano para convencer a su tío Sirius de ayudarlo a convertirse en animago. Y claro que Sirius aceptó: mejor que lo guiara alguien con experiencia a que el rubio se lanzara a hacerlo por su cuenta.
En cuanto al mundial, Draco ni siquiera estaba seguro de qué debía decir para no ir sin levantar sospechas, y mucho menos para que Harry no lo vigilara más de lo que ya lo hacía.
"Las próximas vacaciones me voy a Italia. No pienso quedarme ni un verano más en este país." Pensó Draco mientras se planteaba su pobre... Bueno no, más bien miserable y poco afortunada existencia.
Había otras cosas que no entendía, como por qué Granger había decidido que eran amigos, o peor aún, que Draco era buena persona.
"una idiotez". Él era muy consciente de que no lo era. Ni lo pretendía. No estaba hecho para fingir amabilidad ni para andar por la vida como si le importara alguien más además de él mismo y, quizás, las contadas personas a las que podía llamar cercanas.
—¿Quién crees que gane? —preguntó uno de los gemelos Weasley, que últimamente parecían empeñados en entablar conversación con él.
—Irlanda —respondió Draco con seguridad, recordando haber leído que, aunque Krum atrapaba la snitch, Irlanda doblaba en puntos a los búlgaros y aun así saldría victoriosa.