Y todavía sigues manteniendo esa mirada, todavía sigues manteniendo esa mentira. Amo tu forma de dañarme, pero déjame decirte que deje de ser tan descuidado, empecé por atar unos cabos. Mientras nos seguíamos golpeando, me canse escuchar tu voz en mi interior, sin tu luz no vale nada. Pero me seguías mintiendo, tantas veces que te juraba amor, para verte sonreír, sin saber que no era verdad lo que respondías. Tanto dolor que enmarque y tape las ventanas de mi cuarto, solo para ver si me marchitaba en la soledad. Nunca te pedí que volvieras, por favor solo déjame descansar en el ojo de la tormenta, sabes que te llegue a amar de verdad. Sigues sin escuchar mi voz, la tuya por encima de la mía, ahora todo esto es mi culpa ¿no? Mírame y dime que no me amabas de verdad, tantas verdades maquillas y hace años que deje de ser tu rey, para ser la sombra de tu paso que dejaste como legado. Solo tengo voces en mi cabeza, que me recuerda el veneno de tus labios, solo escucho tu voz en la soledad y la aplaco con llantos. Pero ame que me mintieras, para mi eran verdad. Para ti parte de tu realidad, tantas palabras que escupimos para llegar al mismo lado, como si camináramos en un maldito circulo. Siempre hablábamos de una próxima vez, prometimos mentiras que ahora solo adornan mi pared. Y en medio de la locura te rogaría que volvieras, pero ya me sofocas, la próxima vez… no habrá próxima vez, solo déjame decirte que te amé y que el fuego consuma tus mentiras, solo déjame arder.