→ Oír aquel sobrenombre dulce no hizo sino sacarle de dudas: su chico finalmente había madurado para bien. Supo que ya no titubeaba gracias a Bucciaratti, sabía que era poderoso por su stand y ahora priorizaba ciertas cosas que si bien no eran de su incumbencia, le llenaban de orgullo. Inhaló profundamente para intentar seguirle el paso al contrario con su único pie.
-Dos cosas, uno: te mentí; dos: está bien. Regresó y ahora nos ayuda a resolver ciertas cosas ...
Sabía que la verdad reluciría después, respecto al porqué de su existencia en ese lugar y cómo eran arrastrados desde un limbo de olvido a una zona de confort inquietante, tanto como sus peores pesadillas.
Desde el fondo de su ser extrañaba al peliverde, siempre como un hijo al cuál cuidar y guiar. Ah la nostalgia, esto no hizo sino hacerlo sentir miserable y mediocre. No acabar con una tarea tan simple, una solaz y fallar a tal grado.
-Pesci...vayamos a comer algo, sólo para recordar viejos tiempos.
Ladeó su cabeza mirando al horizonte, ahora ya casi anocheciendo. Sólo él conocía cuán triste estaba por sus errores y cuán feliz , tortuosamente, era con las personas que encontró como apoyo .
|| Regresé del hiatus