── el cubrir su bostezo mientras se adentraba a la sala de profesores lo distrajo un poco del camino, o quizás pudo ser el sueño mismo. en fin, su descuido lo había llevado a chocar con la ajena, cuya cotidiana taza de café se vió comprometida. reaccionando rápidamente, apartó a su compañera de la estruendosa escena del impacto de la cerámica contra el piso, decorado con una serie de manchas del café recién servido, ahora en el suelo. ── dios.. discúlpeme, señorita campbell. ¿se.. encuentra bien?.