Detestas recordar los momentos felices y bonitos que llegaste a tener con gente a la que ya no le hablas, pero al mismo tiempo es adictivo y te provoca una sonrisa. No entiendes.
Y, como siempre, no haces nada, porque tienes miedo y te sientes demasiado inferior como para intentar decir un simple "hola".
Es triste que por tu propia culpa todas esas personas que quisiste o quieres todavía ya ni siquiera te recuerdan. Y es que es muy feo saber que quedarás en el olvido mientras tú incluso lloraras por todos ellos.
Y siempre, siempre te arrepentirás de lo que eres, de cómo eres. Porque eres yo, y eso es horrible.
(Oof, no sé).