La manzana roja y la manzana verde.
Sé que en el fondo la manzana verde tiene su toque, algo que la manzana roja nunca podrá tener, la manzana verde es mejor, pero no se da cuenta, sigue pensando que nadie podrá disfrutar de ella, que no podrá complacer el paladar de alguien, espero que algún día sepa que alguien podrá disfrutar de ella cómo yo disfruto de hablar de ella, aunque muchos no lo hayan hecho.
Aunque muchos no hayan podido apreciar de ella.
La manzana verde te comprende, te escucha, siempre está en silencio, prefiere no hablar de si misma, quizás la entienda o quizás no, sólo me gusta cómo está conmigo, sin estarlo.
Parece tan contradictorio esto...
La manzana roja no siente celos, se alegra de que la manzana verde ahora esté mucho mejor, no soporta ver a la manzana verde triste. Es algo que le rompe el corazón.
La manzana verde un día a la manzana roja le dijo que si alguien la había tratado mal, tanto así para que la manzana roja no quisiera seguir, porque las palabras de aquella persona le dolieron, porque el desprecio con lo que dijo aquello le llegó al alma, sería mejor alejarse de aquello.
La manzana roja ya pensó lo que hará, no le hablará a aquella persona otra vez en su corta vida.
La manzana verde podrá ser mayor que la manzana roja, pero aún así ambas son iguales de alma, sienten lo mismo, situaciones similares, quizás por eso están juntas, por eso se hablan todo el tiempo.
La manzana roja quiere ser cómo la manzana verde, alguien de buen corazón.
La manzana verde se merece lo mejor, no aquel sufrimiento.
La manzana roja quiere hacer algo por la manzana verde...
Por ahora la manzana roja intentará ayudarla con sus palabras.