Desperté queriendo seguir soñando que te tendías exhausto con tu piel desnuda, sobre las sábanas húmedas del descuido, inconvenientemente cómodo y sin querer moverte, en aquellas manchas que son tuyas y son mías. Mi vientre aún inquieto y calmándose al ritmo de mi respiración, tu pierna entre las mías, mi boca cercas de tu cuello, mi cabello enredado entre tu cara, tu brazo envolviendo mi cintura, hasta quedarnos dormidos...