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No pretendo comprensión, aceptación, cariño... solo busco poder sentarme en un rincón a charlar e imaginarme que hay alguien que escucha, y así dar rienda suelta a mis sentimientos y aliviarme de ellos.

Llevaba tiempo con la idea de hacer algo donde plasmar una especie de diario, que no se limitase a un papel que escribes y guardas, que por cierto es una forma muy útil de sacar las cosas de dentro. Tenía en mente algo así porque, si algún día alguien rebuscando por la red tropezase con este blog quizás leyese alguna historia de las en él figura, y esa posibilidad del futuro, es lo que puede hacerme creer en el presente que estoy hablando con alguien.
A veces cuesta expresar lo que lleva uno dentro, bien porque el contenido es espinoso y grotesco, o bien porque en ese preciso momento no tienes a la persona adecuada junto a ti para desahogar esos pensamientos, que a veces por no sacarlos, permanecen dentro más tiempo de la cuenta y hacen mucho daño.