Es realmente frustrante el no poder hacer nada, cada día pienso en todas aquellas historias que suelo escribir y las comparo con mi vacía realidad. Supongo que esta es la parte mala de amar la escritura, el no poder ser como aquellos personajes con vidas perfectas o llenas de aventuras por doquier. Ya me estoy aburriendo de ser yo misma, de mi vida normal y común... pero no puedo hacer absolutamente nada. Mi mente me dice que la magia no existe, pero en algún lado, en algún recóndito lugar de ella, aún sigue creyendo en esas trivialidades.
Ahora supongo que lo único que puedo hacer es esperar como progresa mi situación; si me vuelvo loca o sigo cuerda. Aun si sucede cualquiera, el tiempo avanza y no se le puede detener.