¡¡¡Tin Tin!!! Fue lo que se escuchó en el bar, pues la campanilla anunció a la entrada de una enérgica mujer. Por su aura, Vélux supo al instante de quien se trataba. "Ay no" fue lo que pensó.
María: Hola! - gritó la conquistadora haciendo destacar su peculiar presencia. Vélux por su parte, maldecía internamente que fuera ella quien llegará. "Hablando del demonio" pensó este estresado. Pudo ver como esta saludaba alegremente a los pueblerinos en el lugar mientras se acercaba lentamente a la barra. Para desgracía de Vélux, ella se sentó al lado de él - buenas tardes - saluda esta al cantinero.
All: Buenas. Que le sirvo?
María cierra los ojos unos segundos para tomar aire y dirigirse a Vélux "¿Qué me ofrecerás, Vélux?" pregunta esta mirándolo atentamente.
Vélux: Te invito irte a la chingada - dijo con todo el afán de fastidiarla mientras bebía su cerveza sin prestarle atención. María infló las mejillas conteniendo su risa hasta que no pudo mas y unas fuertes carcajadas resonaron por todo el bar.
María: Ay Vélux, como siempre tan cortes con las mujeres. Pero no te preocupes, puedo servirme mi propia cerveza - toma un baso en la barra y se lo pasa a All - tu solo sigue tomando, yo seguiré con lo mío también - dice mientras se recuesta sobre la banca.
Vélux dirige su mirada a la conquistadora mientras arqueaba una ceja. Él sabe perfectamente que ella no es de los que beben, y menos a altas horas de la noche como ahora. Claramente venía a conversar con él (o mas bien a molestarlo).
Vélux: Qué rayos quieres ahora maldita acosadora? - pregunta directamente. María solo ríe con inocencia
María: Acaso no puedo venir a tomar un poco de cerveza con mi mejor amigo? - dijo encogiendose de hombros. Vélux en cambio la mira con una expresión que dice: eso no te lo crees ni tu; y esto hizo reir mas a María - bien, bien. Vine aquí por lo que ya sabes...
