« En la sala he depositado todo el llanto, en el jardín está la rabia, pero mi habitación es el lugar más peligroso. Mi cama es en un océano que me ahoga en lo más profundo de mi mente, el reloj sólo cuenta las horas que me separan de tu lado, y el calendario convierte en días las veces que me digo que ahora sí saldré de nuevo a la calle y dejaré en la almohada el miedo de encontrarte en los pasillos de esta pequeña ciudad que alguna vez cobijó mi arrogancia al dejarme pensar me querrías lo suficiente como para llenar mi corazón de flores »