Persiste y algunas piezas se acomodarán. Comete errores sin temor y algunas puertas se abrirán. 

Si tuviera mejor autoestima, si creyera más en mí, si hubiera sabido que el mundo no se acaba después de fracasar y 
tantos otros si que no existieron. A eso se reduce mi historia: un conjunto de hubieras que no se dieron y muchos lamentos que me carcomieron cual pirañas, con pequeñas mordidas. 

Si no hubieran ocurrido de esa forma cosas no sería mi historia, no sería yo, estaríamos hablando de otra persona, con nombre diferente, capacidades, intereses y sueños diferentes. Si no fuera como soy, también tendría razones para sentirme infeliz, orgulloso o decepcionado. Si pudiera volver a vivir mi vida, seguro tomaría las mismas decisiones, pero sería diferente porque ninguna vida es igual.