Ver la despedida del muñeco ayer fue doloroso y más aún cuando vi a los jugadores afectados, mucho más cuando vi llorar a Juanfer sin consuelo y a Enzo y Armani con los ojos rojos fue demasiado. Y cuando les dijo "bueno, chau" fue el detonante para que yo fuera lágrimas, Gallardo generó un ambiente familiar, amoroso, y genuino. Gracias eternas, Muñe, hasta la vuelta. ❤️☁️