1 Corta la mantequilla en trozos grandes, ponla en un bol apto para microondas y con apenas unos segundos en el microondas estará derretida (ve vigilándola y sácala cuando esté líquida o casi, ya que puede llegar a explotar un poco y manchar tu microondas). Mézclala con la avena con ayuda de unas varillas, procurando que la empape bien.