[Natsu]
—¡Hoy sí te voy a ganar, Mira!
Corrí directo hacia Mirajane con una gran sonrisa.
Ella solo cruzó los brazos y me miró con arrogancia.
—Ja, ni en un millón de años, Salamandra.
—¡Ya verás!
Mis puños ardían con fuego mientras saltaba para atacarla.
Pero, como siempre, ella era rápida.
Se inclinó a un lado y esquivó mi golpe con facilidad.
Antes de que pudiera reaccionar, su pierna se movió en un destello.
—¡Gah!
Recibí una patada en el estómago y salí rodando por el suelo.
Escuché risas a mi alrededor.
—Je, Natsu nunca aprende —dijo Wakaba con una sonrisa.
—Es un enano terco, pero me cae bien —respondió Macao.
Me puse de pie, furioso.
—¡No he terminado!
Corrí de nuevo.
Mira sonrió con burla.
—¿De verdad quieres más?
Pero, esta vez, cuando lanzó su golpe, me agaché justo a tiempo.
—¡Te tengo!
Me impulsé con todas mis fuerzas.
Salté.
Iba a darle un puñetazo en la cara.
Y entonces…
Pisé mal.
—¿Eh?
Sentí que mi pie resbalaba sobre el suelo pulido del gremio.
Mi equilibrio desapareció.
Y antes de que pudiera hacer algo, caí de lleno sobre Mirajane.
Sentí algo suave.