Ocurrió. Mi mascota, mi amada bebé, falleció el 3 de octubre. Tuve que llevarla con su veterinaria y ponerla a dormir. El 4 de octubre fue mi cumpleaños y me tocó quedarme sin ella y extrañarla horrores. Ahora, aunque sigo destrozada y llorándola, empieza a despertar en mí la sensación de alivio, aunque es momentáneo. Saber que ya no sufre lo que estaba sufriendo. Es la primera vez que me vi tomando una decisión así con una mascota, y fue devastador, aún lo es. Sigo esforzándome por la edición de Loveless, pero por momentos simplemente quiero respirar y no pensar, por lo que sí, demoraré un poco más en traerla. Aclaro esto último porque creo que es necesario, para quienes siguen aguardando por ella. Les mando un saludo a tod@s los que me leen, y si tienen mascota denle un fuerte abrazo por mí. ~♥