¿no les pasa que a menudo se sienten insuficientes?
Y es como si intentaran con todo su ser generar algo en la vida de los demás, poder ser lo suficientemente importantes (tanto para ustedes mismos como para el resto), pero nunca pueden.
Como si se despertaran con la ilusión e intención de que las cosas sean mejores, pero todo eso se escapa de manera repentina y el día -y la vida- vuelve a ser una constante lucha entre el vacío interior que se siente, los impulsos de llanto, las náuseas de ausencia, el frío aterrador del desapego y la falta de afecto y la esperanza de que las cosas pueden cambiar.
A menudo intento pensar que todo va a pasar, porque hay días en los que me siento plena, auténtica y capaz, sin embargo pareciera que el mundo lo siente y me vuelve a tirar. Ya estoy comenzando a cansarme; la sensación horrible de vacio es algo que me agota. La necesidad inquebrantable de ser feliz me despedaza.