Que voy a decir... No hay nada que no ya se haya dicho desde la noticia... Akira Toriyama murió... De solo escribirlo me tiemblan los dedos, me levantaba para ir a estudiar y ahora no puedo levantarme de la cama, suena raro ¿verdad?
Que uno no pueda levantarse o hacer cosas porque murió alguien que nunca conociste cara a cara, que nunca pudiste ver frente a ti... Pero tal vez aunque no lo haya conocido tener su obra me ayudó mucho, Arale la robot, Jaco el patrullero galáctico y como no su obra magna Dragon Ball.
Dragon Ball no es solo una obra de ficción, es un sentimiento, una parte grande que marcho la cultura popular le duela a quien le duela, es el anime más conoció en todo el mundo, la musa de millones de mangas que vinieron después de el.
Es una obra que me mostró mucho amor en una vida que varias veces me dio lo contrario, aprendí a mejorar, entrenar, no rendirme, que el orgullo no es todo, a que siempre hay alguien que te impulsa a ir más allá.
Jamás abra un manga que haga lo que hizo Dragon Ball... Y jamás abra otro mangaka que pueda igualar a la figura que fue Toriyama.