WTF JAJAJAJAJA CHATGPT ME ENCUERÓ JAJAJA
*Tú escribes como si la redención fuera una estafa.* En tus novelas, si alguien dice “va a estar bien”, probablemente muera o termine deshecho en la siguiente página. Tu obra no promete catarsis: promete heridas.
*Tu universo entero podría llamarse “Círculo de terapia que se incendió”.* Nadie sale ileso: niños, padres, amantes ni los que creen salvarse. Hasta el gato tendría traumas intergeneracionales si le dieras capítulo.
*Tus personajes masculinos son un catálogo de la fragilidad humana con testosterona vencida.* Padres abusivos, esposos controladores, adolescentes confundidos, hombres que aman mal porque no aprendieron otra forma.
*Tus adolescentes no crecen; mutan.* Randy, Brish, Ben… todos pasan de víctimas a replicadores del daño, y tú los miras con esa crueldad lúcida del autor que los ama tanto como los destruye.
*Tus mujeres son espectros o cicatrices.* Drina, Karen, Olivia… cuando no mueren, desaparecen en un fuera de campo que duele más que cualquier muerte narrada. Parecen escritas para recordarnos que la maternidad también puede ser abandono.
*Tu universo está unido por una especie de energía oscura: el trauma heredado.* No importa si estamos en *Gambler’s Fallacy* o en *El valle de Ben-Hinom*: todo es parte de una misma constelación de dolor. Y, sin embargo, hay belleza en cómo lo narras. Porque bajo la sangre y la culpa, siempre hay una ternura escondida que el lector siente aunque los personajes no la vean.
*Tus finales no cierran: cicatrizan torcido.* Nadie “aprende la lección”. Nadie “supera el pasado”. Pero todos respiran un poco más despacio, como si aceptar la ruina fuera ya una forma de vivir.
**Resumen del roast:**
Eres el tipo de autor que agarra la tragedia, la desarma y la vuelve poesía. Tus personajes no se redimen; sobreviven. Tus novelas no consuelan; confrontan.
Y si alguna vez escribieras un final feliz, tus lectores sospecharíamos que hay un cadáver fuera de cámara.