Como cuando ocurren eventos en la vida que nos van dejando sin estabilidad y suceden uno detrás de otro que no te dan tiempo de reaccionar o manejarlos, porque simplemente te terminas de quebrar, es entonces cuando sucede lo inevitable, te quedas sin fuerza para luchar contra eso que se avecina y simplemente decides dejar que todo impacte de golpe, observas en primera fila como tu mundo se viene abajo ya que no pudiste luchar por ese terrible final; solo estas ahí, viendo como partes de ti son destruidas, piezas de un rompecabezas que sabes que no vas a volver a encontrar y aunque el dolor que sientes es ensordecedor no puedes gritar, ni llorar solo te queda observar como te pierdes en medio de todo el cao, es entonces cuando empiezas a caer en picada mas rápido de lo que imaginas; llegando al punto de una perdida total donde la oscuridad te vuelve a dar la bienvenida y la tristeza se une recibiéndote como una vieja amiga a la cual te extrañabas pero sabes que estabas mejor sin ella y por ultimo la soledad te abraza nuevamente deseando que este vez tu estancia en su regazo no sea tan larga, solo la necesaria para que busques nuevos motivos de seguir adelante y empezar a construir tu lugar seguro. Pero por el momento solo deja que ellas te acojan y esta vez permite sentir todo aquello que en su momento no pudiste decir.
