Creo que escribo por aburrimiento. Es en ese estado cuando las historias llegan a mí. Sin embargo, mientras escribo, el aburrimiento mata mis manos, deteniéndolas, junto con la mente en aquél estado versátil. Y entonces, vuelve la motivación.
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En verdad, el aburrimiento es una de las fuerzas más poderosas en la mente de una persona. Muchas de las mentes más brillantes de la historia comenzaron sus grandes inventos y descubrimientos desde el aburrimiento. Este estado ha sido el punto de partida de cosas increíbles y maravillosas. El aburrimiento es, a menudo, el primer paso hacia la innovación, casi sin que uno se dé cuenta.