Tal vez no me conozcas. Tal vez no me quieras conocer. Yo soy yo y tú eres tú. Y así es la vida. Te agradecería por haber venido, pero te estaría mintiendo. Yo siempre miento. Todo en mí son mentiras. Yo soy una absoluta y completa mentira.

  Tampoco me conocerás nunca. Solo sabrás sobre mí lo que yo decida. Y todo será mentira, porque es lo único que se me da bien en esta vida, engañar. Engañar con el don de la palabra. Espero que esto no sea un inconveniente para ti. Eso también es falso. No espero nada de ti.

  Cambiamos todo el tiempo de opinión, de actitud, de ideas... y eso hace lo que somos. Yo soy un cambio constante. Eso suele molestar bastante. Demasiado, en realidad.

  Todavía no sé qué hago aquí, tampoco quiero que me ayudes a descubrirlo. Esto es solo para que disfrutes del progreso. 

  Te daría las gracias, pero no estoy agradecida. Te despediría, mas no tengo intención de que te marches. Así que, sin más dilación, puedes comenzar.

  Esta es Rubin.