Newton, embobado por la belleza del momento, no se dio cuenta de la escena que se desarrollaba a sus pies hasta que escuchó un grito ahogado de Carly. Al volverse, vio cómo Carly trataba de quitarse las ardillas que, divertidas y algo asustadas, corrían dentro de su pantalón. Carly estaba bailando un baile chistoso, moviéndose de un lado a otro en un intento desesperado de liberarse de las pequeñas criaturas que le hacían cosquillas.
Newton no pudo evitar soltar una risa contagiosa mientras veía la escena. Con mucho cuidado, se acercó y, con manos delicadas, ayudó a Carly a sacar a las ardillas de su pantalón. Las ardillas, aliviadas de ser liberadas, corrieron rápidamente hacia el bosque.
Carly, visiblemente avergonzada, se quedó parada con las mejillas rojas y el cabello desordenado. Miró a Newton con una mezcla de frustración y sonrojo, sin saber cómo reaccionar ante la situación.
Newton, al ver la expresión de Carly, se acercó con ternura y la tomó suavemente de los hombros. Sus ojos, llenos de cariño y admiración, se encontraron con los de ella.
—Cariño —dijo Newton con una voz suave y sincera—, incluso en los momentos más locos y embarazosos, eres increíblemente hermosa para mí. Tu valentía y tu sonrisa, incluso después de esto, son lo que más aprecio de ti. No importa lo que pase, siempre estaré aquí para ti.
Carly, con lágrimas de risa en los ojos y el corazón conmovido, no pudo evitar sonreír ante las palabras de Newton. Se inclinó hacia él, y en un gesto lleno de afecto, se abrazaron bajo la luz de la luna.
Los lobeznos, observando desde la distancia, intercambiaron miradas satisfechas por haber logrado su objetivo: que el amor de Newton y Carly brillara aún más en medio de la broma. Y así, en la calma de la noche, mientras las estrellas seguían brillando en el cielo, el amor de Newton y Carly se hizo aún más fuerte, consolidado por un paseo bajo las estrellas lleno de risas, ternura y un toque de travesura.
Ahi ta :3 tuve que publicarlo 2