Ese momento en el que necesitas un descanso, descanso de todo, como si no quisieras ver a nadie, como si quisieras encerrarte en lo mas profundo de la oscuridad y llorar, llorar en silencio...Dejando de aguantar todo el tiempo ese maldito nudo en la garganta, dejar que las lagrimas escurran por tus mejillas como si fuera una pequeña cascada. Dejarla caer esas lagrimas amargas al piso, frió y pensar ''¿Como es que he llegado a esto?'' Llorar no significa que seas débil, solo necesitas desahogarte, y esta vez no necesitas un abrazo, necesitas gritar, gritar hasta quedar sin voz, golpear la pared fuertemente hasta que los puños te sangren. Verte al espejo, con la nariz tan roja como un tomate, con los ojos tan irritados, e inmediatamente necesitas dormir, no por que tengas sueño, si no por que es la única manera en que escapas del mundo...