Ryoichi_san
La tarde descendía sobre el extenso bosque, teñiendo el cielo de tonos anaranjados y dorados. La quietud reinaba en el ambiente, interrumpida únicamente por el chirrido lejano de las aves y el ocasional paso de algún animal.
Un hombre se encontraba justo en medio de aquel silencioso escenario, manejando un hacha para cortar troncos de árboles. Las gotas de sudor bajaban lentamente por su frente hasta caer al suelo, dejando pistas de su arduo trabajo de todo el día.
A medida que el sol se ocultaba tras el horizonte, una sensación de paz y oscuridad dominaba el bosque. Las sombras se extendían por todos lados y la temperatura descendía drásticamente a medida que pasaba el tiempo.
De repente, una figura apareció entre la penumbra y tres pares de ojos rojos se hicieron visibles en medio de la oscuridad. Los ojos emitían un resplandor inquietante y en sus pupilas resaltaba el kanji para "Luna Superior" y "1". Mientras contemplaba al hombre en silencio, un escalofrío recorría la espalda del último...
El hombre se alzaba de tez sobre un fondo de árboles y sombras, su cabello rojizo recogido en una coleta. Iba ataviado con un kimono masculino blanco y un haori de color azul oscuro, lo que le confería un aspecto simple. Un soplo de brisa suave atravesó el claro y sacudió ligeramente su cabello, haciendo que se moviera en el aire por un momento.
El hombre estaba absorto en su tarea, cortando troncos y moviendo madera de un lado a otro. Con cada hora que pasaba, su cuerpo se iba cansando hasta que el cansancio del día llegó a su punto máximo. Dejó el hacha en el suelo y secó su frente sudorosa con un pañuelo.
Sin importar cuánto se esforzara, no se percató de que había una presencia encogida en la oscuridad del bosquel alrededor.
Ryoichi_san
@ Ryoichi_san Esto solo es un pequeño boceto del pasado de mi oc Ryoichi y como conoció a kokushibo
Ryoichi_san
@ Ryoichi_san Después de secarse la frente, el hombre soltó el pañuelo y se giró para contemplar la leña que había cortado hasta el momento. Con su última mirada, observó la pila de madera acumulada y decidió que era suficiente por hoy.
Con el crepúsculo en el cielo, el hombre recogió la leña en un cesto y lo colocó en su espalda. De pronto, un impulso lo hizo inspeccionar su alrededor. El sol se estaba ocultando en el horizonte, y el cielo oscuro ya estaba presente. Era hora de regresar a casa.
En la oscuridad creciente del bosque, los ojos amarillentos brillaban con un resplandor espectral, observando atentamente los movimientos del hombre en silencio. El sonido de los pasos del hombre llenaba el aire, al parecer, era desconociente de la presencia cercana, sin ser capaz de notar las sombras que se movían cerca de él.
Un brillo se intensificó más en los ojos de Kokushibo, este los mantenía enfocados en el cuerpo del hombre, observando sus movimientos y su estado. Se mantenía totalmente inmóvil en la oscuridad, como un depredador observando a su presa. Kokushibo observo atentamente el rostro del hombre, sus ojos eran de un color dorado que le traía de vuelta sus más profundos recuerdos del pasado pero no sabía porque...
