A uno le cuesta aceptar que las cosas ya no son como antes, pero claro, somos seres cambiantes, las cosas se disfrutan de una manera distinta a la que solía ser 5 años atrás. Creces y maduras mientras la vida te golpea con realidades crueles, pero aún así, debemos crecer. Dañados o intactos, debemos hacerlo.
Sí, extraño aquella época en donde me mantenía absorta de mi realidad, y si pudiese, volvería mil veces a ese momento, ese instante, a ese fragmento de mi memoria en donde mi felicidad se basaba en creer que todo sería incondicional hasta el final, incluyéndome.
Pero es solo un deseo... quizá solo debo adaptarme a este presente y recuperar lo que estoy por perder de mi pasado, quizá aún no es tarde para forjar el futuro con el que siempre soñé.