*Estimados invitados, damas y caballeros, hoy nos reunimos para recordar un momento crucial en la historia de la humanidad, un evento que marcó un antes y un después en la forma en que la guerra se libraba y en cómo se percibían las atrocidades en el campo de batalla.
Esté 22 de abril del2024 (1915), durante los sombríos días de la Primera Guerra Mundial, se desató un acto que trascendería las fronteras de la batalla misma. En las trincheras de Segunda "Ypres", dos bandos se enfrentaron en un conflicto que no solo fue militar, sino también moral e inhumano.
Fue en ese día fatídico que las fuerzas alemanas hicieron uso del gas cloro, una nueva y devastadora arma que causaría estragos en las filas enemigas. Este acto cruel dejó una marca indeleble en la historia de la guerra así como en la ciencia e industria, pero también en nuestra conciencia colectiva como seres humanos.
Hoy, al conmemorar este evento, no podemos ignorar el sufrimiento y la valentía de aquellos que estuvieron en medio de ese horror. Soldados de ambos bandos lucharon no solo por sus naciones, sino también por su familia, por lo que creían correcto. En medio del caos y la desesperación, mostraron coraje, compañerismo y sacrificio.
Rendimos homenaje a aquellos que cayeron víctimas de la brutalidad de la guerra química, así como a los que sobrevivieron con cicatrices físicas y emocionales imborrables. También honramos a quienes, a pesar del miedo y la incertidumbre, pudieron mantener viva la llama de la humanidad en medio de la oscuridad de la guerra.