Sin duda alguna detrás de la belleza siempre se esconde algo muy oscuro. Y esta vez no era la excepción. El chico de cabello rubio y ojos azules realmente era tedioso de soportar. Altivez, orgullo y egocentrismo cubierto por un cuerpo definido. Porque no voy a negar que cuando recalco que es bello es porque realmente lo es.
Adam, ese era el nombre del chico que causó un pequeño escalofrío en mi piel con solo corresponder a su mirada.