He luchado con la depresión por tanto tiempo sin siquiera darme cuenta de lo que era. Pensaba que mi comportamiento era normal. Despertar y sentirme sin ganas de hacer nada, odiar la luz del sol en mi rostro, repetir una y otra vez las mismas actividades diarias. Y esa angustia te lleva a querer desaparecer y no sentir más nada y repito no sentir más nada. Y es al final del día, en plena oscuridad de la noche que me siento exhausta tras pretender ser normal todo el día con mis familiares, amigos y pareja. Es un llamado de atención para aquellos que pasen lo mismo.