Quise volver a escribir, pero por alguna razón no pude. Quizá fue la pereza que me ganó o simplemente usaba la típica excusa de que tenía cosas que hacer, creo que es una pena. Escribir es algo que se disfruta por las dos partes, escritor y lector, no puedo creer que por alguna razón dejé de hacer algo que requería una de las cosas que más me "identifican" (según mis conocidos), la imaginación.
Moraleja: No seáis como Sam.