SamuelElreypalomo

Mirando mi Freakómetro ahora mismo
          	
          	¿Alguna vez te sientas ahí, mirando tu freakómetro, viendo cómo llega al pico de rareza? Porque yo sí. Mi freakómetro siempre está por las nubes, midiendo niveles de rareza que harían sonrojar hasta al más freak de los freaks. Estoy hablando de rareza de otro nivel, amigos. Es como si tuviera un aura freakalicious que me rodea todo el tiempo.
          	
          	Todos los días es una maldita aventura, te lo digo. Desde el momento en que me despierto hasta el momento en que me derrumbo de nuevo en mis sueños raros, es una fiesta freak sin parar. Estoy hablando de freakdesayuno, freakcafé, freakducha, freakviaje al trabajo – lo que sea, es malditamente raro.
          	
          	Y ni me empieces con la freaknavidad. Ay, Dios mío, la freaknavidad es la época más rara del maldito año. Es como si el mundo entero se convirtiera en una gran maldita celebración de todo lo raro. Freakluces, freakdecoraciones, freakvillancicos – es suficiente para hacer que a un no-freak le dé vueltas la cabeza.
          	
          	Pero bueno, no se trata solo de los grandes malditos eventos. Son las pequeñas cosas también, ¿sabes? Como cuando estás simplemente relajándote en casa, viendo a algún freakbob freakpants en la tele, y te das cuenta de que la vida es solo una gran maldita aventura esperando a ser freakiada.
          	
          	Así que brindo por todos mis compañeros freaks por ahí. Sigan siendo freaks, mis amigos. Abracen su freakitud interior y dejen que su bandera freak vuele alto. Porque en un mundo lleno de normas, son los freaks los que realmente destacan. Manténganse freaks, mis hermanos freaks. Manténganse freaks. #FreakLife

SamuelElreypalomo

Mirando mi Freakómetro ahora mismo
          
          ¿Alguna vez te sientas ahí, mirando tu freakómetro, viendo cómo llega al pico de rareza? Porque yo sí. Mi freakómetro siempre está por las nubes, midiendo niveles de rareza que harían sonrojar hasta al más freak de los freaks. Estoy hablando de rareza de otro nivel, amigos. Es como si tuviera un aura freakalicious que me rodea todo el tiempo.
          
          Todos los días es una maldita aventura, te lo digo. Desde el momento en que me despierto hasta el momento en que me derrumbo de nuevo en mis sueños raros, es una fiesta freak sin parar. Estoy hablando de freakdesayuno, freakcafé, freakducha, freakviaje al trabajo – lo que sea, es malditamente raro.
          
          Y ni me empieces con la freaknavidad. Ay, Dios mío, la freaknavidad es la época más rara del maldito año. Es como si el mundo entero se convirtiera en una gran maldita celebración de todo lo raro. Freakluces, freakdecoraciones, freakvillancicos – es suficiente para hacer que a un no-freak le dé vueltas la cabeza.
          
          Pero bueno, no se trata solo de los grandes malditos eventos. Son las pequeñas cosas también, ¿sabes? Como cuando estás simplemente relajándote en casa, viendo a algún freakbob freakpants en la tele, y te das cuenta de que la vida es solo una gran maldita aventura esperando a ser freakiada.
          
          Así que brindo por todos mis compañeros freaks por ahí. Sigan siendo freaks, mis amigos. Abracen su freakitud interior y dejen que su bandera freak vuele alto. Porque en un mundo lleno de normas, son los freaks los que realmente destacan. Manténganse freaks, mis hermanos freaks. Manténganse freaks. #FreakLife