No tengo palabras para agradecer a todos los que me han seguido a lo largo de estos años.
Para ti… que tal vez seas el Grinch de tu familia. Y si no lo eres, te agradezco que puedas comprenderme.
Diría que me siento emotivo por las fechas y que deseo repartir felicidad a todo el mundo, pero creo que pecaría de hipócrita.
Este fue un año en extremo difícil para mí, al grado en que pudo afectar mi disciplina tanto para escribir, como para estudiar, trabajar y hacer deporte.
Sé que hay cosas que agradecer, pero en este momento, no deseo hacerlo, solo quiero recuperar poco a poco lo que perdí.
Para ti, que tal vez por alguna razón el fin de año, los nuevos propósitos y los abrazos en este momento no te llenan de alegría, he venido a decirte que te comprendo y que no estás solo.
Porque a veces, un poco de entendimiento para el que decide apartarse, puede ser mucho mejor que un abrazo.