Hola, vida mía.
Espero que te esté yendo bien incluso cuando no puedo estar ahí para darte todo el amor que quisiera.
Espero que te esté yendo bien incluso cuando estamos juntos y no logro hablar mucho.
Quería darte las gracias.
Gracias por estar presente siempre que mis piernas dejan de moverse.
Gracias por voltear atrás cuando bajo el ritmo.
Gracias por extender una mano cuando la caída lastima mis rodillas.
Gracias por preocuparte cuando estoy más callado de lo usual.
Gracias por hablar más cuando no tengo energías para hablar por mi cuenta.
Gracias por ver más allá de lo que puedo decir con palabras.
Gracias por nunca dejarme solo.
Que sepas que siempre me voy a preocupar mucho por tu bienestar.
Y pase lo que pase.
Nunca voy a dejar de amarte.
Y siempre voy a estar dispuesto a abrazarte.
Te amo muchísimo mi vida.
Gracias por existir.
-Siempre, eternamente tuyo.
Tu compañero de vida, y futuro esposo.
Mark.