-¿Y si dejamos que sea la suerte quien decida?-dijo de repente
-¿La suerte?
-Si sale cara, desapareceré de tu vida para siempre, nunca más volveré a molestarte ni volverás a saber nada mas de mí, pero si sale cruz...-hizo una pausa y yo tragué saliva.- me ayudaras a descubrir quién me mató
Miré hacia arriba apretando con fuerza la moneda entre mi mano.
-Muy bien.- dije lanzando la moneda hacia el cielo.-que sea pues, la suerte la que decida
Crímenes imperfectos